Con visión, compromiso y una clara apuesta por el mejoramiento institucional, la Universidad de Panamá continúa avanzando en la ejecución de sus proyectos estratégicos, a pesar de los obstáculos administrativos impuestos por la Contraloría General de la República. Así lo expresó el subdirector de Evaluación Universitaria, Guillermo Gómez, tras una fructífera reunión con los coordinadores del Plan de Mejoramiento Institucional (PMI).

El encuentro, que tuvo lugar en la Sala Carmen Herrera de la Biblioteca Simón Bolívar donde se reunieron a los responsables de los 17 proyectos que conforman el PMI ajustado, una hoja de ruta derivada de la última acreditación institucional y que involucra a unidades académicas, centros regionales, extensiones y anexos. “Este espacio no solo permitió evaluar avances, sino fortalecer la coordinación interinstitucional necesaria para concretar el tercer informe de estado del PMI a inicios del próximo año”, destacó Gómez.

Los proyectos abarcan áreas esenciales como la infraestructura universitaria, brigadas de emergencia, inventarios de recursos en sedes regionales, y programas de capacitación en primeros auxilios. También se incluyen iniciativas como la reestructuración de servicios estudiantiles, entre ellos el sistema de cafeterías, que buscan elevar el bienestar y la seguridad de la comunidad universitaria.

Aunque Gómez reconoció que los procesos de fiscalización ejercen cierta presión sobre la ejecución —especialmente en tareas que requieren desplazamiento o adquisición de recursos—, fue enfático en señalar que “las limitaciones no deben ser un freno para el compromiso y la acción”.

“El avance no depende únicamente del presupuesto, sino de la voluntad y responsabilidad de cada unidad académica”, subrayó. Esta postura refleja el espíritu resiliente que caracteriza a la Universidad de Panamá: hacer más con lo que se tiene, consolidando una cultura institucional basada en la colaboración, la transparencia y la excelencia.

En un momento en que muchas instituciones enfrentan fragmentación y desarticulación, la Universidad reafirma su modelo de gestión integrada. “No somos islas”, remarcó el subdirector. “El compartir conocimientos, experiencias y avances entre proyectos es una muestra de que el crecimiento universitario es una responsabilidad compartida”.

La Universidad de Panamá demuestra, una vez más, que los desafíos se enfrentan con trabajo articulado y visión estratégica. El PMI no solo representa un compromiso con los estándares de calidad educativa, sino también con el desarrollo nacional. Y si algo ha quedado claro en esta jornada, es que el motor que impulsa a esta casa de estudios no es la burocracia, sino el compromiso inquebrantable con la excelencia académica y el servicio público.