Panamá tiene una riqueza biológica única, a pesar de que tenemos especies que aún no han sido descubiertas; la conservación de sus ecosistemas es clave para evitar la desaparición de especies que aún ni siquiera han sido descritas. En esta misión, científicos panameños desempeñan un papel crucial, destacándose en la investigación y el descubrimiento de nuevas formas de vida.

La Universidad de Panamá, cuenta con destacados especialistas como el microbiólogo y virólogo Alex Martínez Torres, el biólogo ambiental Alfredo Lanuza-Garay el entomólogo Alonso Santos-Murgas y el botánico Juvenal Batista Guerra, se ha convertido en un referente en el ámbito científico internacional. Su trabajo no solo amplía el conocimiento sobre la biodiversidad del país, sino que también contribuye a la protección de los ecosistemas que sustentan la vida.

Virus patológicos encontrados

El especialista Dr. Alex O. Martínez Torres explica que se han detectado especies nuevas de bacterias como Vibrio cholerae, Vibrio vulnificus y Vibrio parahaemolyticus en las almejas y que en Panamá no se habían detectado anteriormente estas especies de bacterias patógenas en almejas. Además, se han encontrado en estas mismas almejas protozoarios como: Cristosporidium, Giardia, Ciclospora y Toxoplasma.

Es la Primera vez que se han detectado en Panamá estos protozoarios en almejas y es preocupante debido a que puede causar teratogénesis por el Toxoplasma gondii en bebés si las mujeres embarazadas se infectan. También, en estas mismas almejas se detectaron enterovirus, adenovirus y rotavirus, que producen gastroenteritis y otras patologías en niños y adultos.

El Dr. Martínez Torres señala que se ha trabajado con tres especies de almejas que se producen en zonas diferentes, como la famosa concha negra (Anadara tuberculosa), ubicada en Chame, Bejuco; la concha blanca que le llamamos Leucoma, que antes se conocía como Protothaca aspérrima, que se produce en la Bahía de Bique, en Arraiján, provincia de Panamá Oeste; y la otra especie de almeja que se está analizando, denominada Donax, ubicada en el área de Chinina, en Chepo, cerca del puerto de Coquira, que es donde se colecta.

Recalca el virólogo que en las almejas no solamente se pueden analizar microorganismos, sino que también estos son indicadores de pesticida, metales pesados, microplásticos y otras cosas.   Es importante conocer qué es lo que está circulando, porque eso ayudaría a prevenir enfermedades, ya que en Panamá hasta el momento no podemos decir que estas almejas estén libres de contaminación para su consumo.

Otros Estudios que están Próximos a finalizar

Otra de las investigaciones del Dr. Martínez Torres es la identificación a través de la secuencia del adenovirusque produjo una patología en el 2021, como la hepatitis atípica en niños en Inglaterra y Alemania; y al analizar la secuencia de este virus que circuló en Panamá en agua cruda y agua potable de las Potabilizadora de Chilibre y Miraflores, la secuencia parcial de su genoma fue muy similar a la encontrada en Inglaterra y Alemania en el 2021. No se sabe cómo llegó ese virus a Panamá, pero está aquí y, con los estudios que se han realizado en los laboratorios de Microbiología Experimental y Aplicada-LAMEXA y de Microbiología de Aguas-LAMA de la Universidad de Panamá, se ha podido identificar este patógeno viral.

Otro punto que también se ha analizado son 12 sitios de muestreo en la bahía de Panamá, desde Costa del Este hasta la Calzada de Amador, con muestras de aire y muestras de agua, obteniendo datos importantes en donde hemos obtenido grandes hallazgos, no solamente bacterias patógenos resistentes y virus entérico como enterovirus y adenovirus, sino que también se ha obtenido hallazgos en hongo filamentoso y protozoarios como Criptosporidium, Giardia y Cyclospora, que pueden afectar la salud del ser humano, agregó el Dr. Martínez Torres.

Diversidad de insectos en Panamá

El entomólogo Alonso Santos-Murgas, miembro activo del Museo de Invertebrados G. B. Fairchild de la UP, indica que recientemente se han descubierto varias especies nuevas en insectos,  como en escarabajos descortezadores de plantas, insectos acuáticos y avispas parasitoides; es muy probable que haya muchas más. Además, otros estudios que se realizan sobre insectos son la búsqueda de potenciales controladores biológicos o indicadores biológicos, como por ejemplo de contaminantes ambientales.

Santos-Murgas señala que con su experiencia en entomología (ciencia que estudia los insectos) se puede decir que, en promedio, se pueden estar descubriendo entre 50 a 60 especies nuevas por año de insectos, encontrándose generalmente en las áreas boscosas remotas o inaccesibles; esto no significa que en áreas más accesibles no haya especies nuevas.

La importancia para la ciencia

La importancia de estas investigaciones es dar a conocer nuevas especies para la ciencia y aportar conocimiento en cuanto a la biodiversidad de nuestro patrimonio natural. Estas investigaciones, para que sean reconocidas, deben ser publicadas en revistas reconocidas e indexadas y arbitradas; también estas revistas deben tener un régimen editorial serio, y tener por lo menos tres revisores idóneos en el tema que puedan validar la información que se va a publicar en las revistas.

Muchos de estos trabajos son realizados con estudiantes de grado, maestría, colegas entomólogos, nacionales e internacionales, con el fin de conocer la diversidad biológica, relaciones entre insectos, parásitos, depredadores y todas estas interacciones biológicas con los insectos.

El especialista también está desarrollando la diversidad de insectos que se encuentran en las áreas de manglar y bosques urbanos, buscando cómo el cambio climático y la contaminación pueden afectar esa diversidad de insectos en esas áreas, descubriendo las plagas que están afectando los manglares de la bahía de Panamá.

Especies nuevas de escarabajos en el país.

El investigador y docente Alfredo Lanuza-Garay, del Departamento de Zoología de la Escuela de Biología del Centro Regional Universitario de Colón, señala que en el país se cuenta con 1031 especies de escarabajos longicornios. A la fecha ha descrito 12 especies nuevas de escarabajos y un género nuevo para la ciencia, y en estos momentos se está trabajando en la descripción de una nueva especie, lo que aumenta el número de especies conocidas para el país.

Nuevas especies de escarabajos

Para Lanuza-Garay, las especies encontradas son bastante interesantes y diferentes, cada una con características que las hacen únicas. Algunas son totalmente nuevas; incluso para la región centroamericana; entre la colecta de nuevas especies está el género “Sphallopataroides” y la especie “Sphallopatharoides pirreanus”, colectada en la región de Cerro Pirre, Darién, del cual deriva su nombre, “Confluentia barriosi” o “Sternacutus akersae”. Otra especie nueva es “Piriana aielloae”, “que estamos pensando incluso en crear su propio género, aunque para ello se necesite más estudios de especímenes, colectas y algo de tiempo”.

Otras de valor sentimental para el investigador han sido nombradas en honor a personas muy cercanas y queridas; tal es el caso de “Stenacutus ursulae”, dedicada a su esposa Ursula Vargas Cusatti, “Pseudosparna carmenae”, dedicada a su madre, Carmen Cecilia Garay de Lanuza, y “Pseudosparna iolandae”, dedicada a su profesora de secundaria, la catedrática Yolanda Moreno de Niño.

Entre sus investigaciones ha descrito especies fuera de Panamá, como es el caso de “Nyssodrysilla esperanzae”, para la localidad brasileña de Mato Grosso. Todas estas especies se encuentran depositadas tanto en el Museo de Invertebrados de la Universidad de Panamá, en la colección de insectos de la Escuela de Biología del Centro Regional Universitario de Colón, así como en el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales.

Especies nuevas encontradas en Botánica

Entre las especies nuevas para la ciencia estudiadas por el biólogo Juvenal Batista está la “Eschweilera magnifica”, especie descrita en 2023, el cual es un árbol endémico de la costa del Caribe, específicamente en el área de Donoso en Colón, donde está la mina, y también se encuentra en Santa Fe en Veraguas, donde hay una pequeña población de esta especie. Según Batista, esta especie ha sido devastada en gran parte dentro del área de concesión de la mina.

Otra de las especies nuevas descritas en 2023 por el profesor Batista es “Eschweilera foetulenta”, el investigador explica que le dio seguimiento a la especie descubierta por Scott Mori en la década de los 70, logrando publicarla oficialmente en la revista indexada de New York Botanical Garden, llamada Brittonia. Anteriormente, el especialista ha descubierto y publicado otras especies nuevas, como una que solamente existe en las montañas de la Cordillera Central, y se extiende hasta la Cordillera de Talamanca en Costa Rica, esta especie lleva el nombre de “Eschweilera correae”, la cual lleva este nombre en honor a la profesora Mireya Correa (q.e.p.d.), la cual fungió por muchos años como catedrática del departamento de Botánica en Biología, F.C.I.N.E.T y directora del herbario de la Universidad de Panamá.

Otras especies nuevas publicadas en revistas indexadas internacionales por el profesor Juvenal son: “Scottmoria jefensis”, “Scottmoria roseocalyx”, “Scottmoria donosoensis”, “Scottmoria rotundicarpa”, las cuales fueron descritas oficialmente en 2017, en las revistas Phytoneuron y Phytotaxa respectivamente. El último trabajo publicado en la revista indexada Harvard Paper in Botany por Batista en diciembre de 2024, trata de la descripción de la nueva especie llamada “Scottmoria tenuicaule”, endémica del Caribe panameño, específicamente en Donoso, Colón e Isla Bastimento en Bocas del Toro. Además, el profesor Batista indica que está trabajando actualmente en la descripción de aproximadamente 7 especies nuevas encontradas en bosques panameños de Darién, Donoso y Sierra Llorona, y en Península de Osa en Costa Rica.

Un trabajo en conjunto

La labor de investigadores y especialistas de la Universidad de Panamá es fundamental para la conservación de este patrimonio natural, ya que realizan estudios exhaustivos sobre la biodiversidad, la virología ambiental y la identificación de nuevas especies.   Estos esfuerzos no solo contribuyen al conocimiento científico, sino que también son cruciales para la salud pública, al permitir la detección de patógenos en el medio ambiente y en productos como las almejas.

La diversidad de especies, desde insectos hasta plantas y vertebrados, resalta la importancia de preservar los ecosistemas panameños, que son vulnerables a la contaminación y al cambio climático. Además, la colaboración entre investigadores y estudiantes en estos proyectos fomenta un aprendizaje significativo y el desarrollo de nuevas generaciones de científicos comprometidos con la conservación.