2025: "Conmemorando el XC Aniversario de la Universidad de Panamá"


Cuando informar se convierte en sentencia: el saldo mortal del 2025

Por: Nancy Pretto | Publicado el: 19 December 2025



En el mundo hay años que dejan heridas silenciosas, profundas, imposibles de ocultar. El 2025 fue uno de ellos para el periodismo. A lo largo de doce meses, entre diciembre de 2024 y diciembre de 2025, 67 periodistas fueron asesinados, 503 encarcelados, 20 secuestrados y 135 desaparecieron sin dejar rastro. Las cifras de Reporteros Sin Fronteras (RSF) no son solo números: son el eco de vidas interrumpidas y profesiones convertidas en blanco.

En el prólogo del balance anual, el director general de RSF, Thibaut Bruttin, escribe una frase que parece resumirlo todo: Los periodistas no mueren, los matan”, una afirmación que deja al descubierto una realidad incómoda, una época marcada por la impunidad y el “declive del coraje” de la comunidad internacional. También señala hacia otro fenómeno más cotidiano y corrosivo:Esto es a lo que conduce el odio hacia los periodistas… concede en ocasiones un insoportable permiso para matar”.

Gaza: donde la línea entre contar y morir se desvaneció

Si hay un lugar donde esta paradoja se volvió rutina, fue Gaza. En los últimos doce meses, 43% de todos los periodistas asesinados en el mundo murieron allí, víctimas del ejército israelí. Desde octubre de 2023, RSF ha contado casi 220 periodistas muertos, de los cuales 65 fueron asesinados deliberadamente por ejercer su profesión.

Los relatos llegan envueltos en polvo, humo y segundos perdidos entre explosiones. El 25 de agosto, Mariam Abu Dagga llegó al complejo hospitalario Al Nasser para cubrir un ataque. Ocho minutos después, un nuevo impacto la mató junto a Moaz Abu Taha y el fotorreportero de Al Jazeera Mohamad Salama. En Gaza, ejercer el periodismo dejó de ser un oficio y se convirtió, literalmente, en permanecer de pie entre ruinas.

México: el silencio impuesto por la fuerza

A miles de kilómetros, en México, la violencia adopta un rostro distinto, pero igual de implacable. Nueve periodistas fueron asesinados en 2025, la cifra más alta de los últimos tres años. Casi todos cubrían la realidad inmediata: crimen organizado, corrupción, amenazas locales. RSF describe el entorno con precisión: “El clima de impunidad permite a estos grupos silenciar las voces independientes”.

Entre las víctimas está Calletano de Jesús Guerrero, asesinado aun cuando el Estado lo tenía bajo su programa de protección. Su caso simboliza un fracaso institucional que se repite una y otra vez.

Ucrania: drones que buscan cámaras

La guerra en Ucrania continúa dejando marcas que trascienden el frente militar. Tres periodistas murieron este año por ataques con drones FPV, dispositivos capaces de transmitir en directo y dirigirse con exactitud. El 3 de octubre, en Komishuvaja, Antoni Lallican cayó de inmediato. Su colega, Georgiy Ivanchenko, sobrevivió, pero perdió una pierna. RSF describe la situación sin rodeos: el ejército ruso “ha seguido atacando a los reporteros”.

Los drones, antes herramientas para registrar imágenes, ahora persiguen a quienes intentan contarlas.

Encarcelar para silenciar

La prisión se ha convertido en otro de los grandes escenarios donde se libra la batalla contra la prensa. 503 periodistas encarcelados en 47 países evidencian que la represión no necesita balas para callar voces. China ocupa el primer lugar con 121 periodistas, seguida de Rusia (48) y Birmania (47).

Entre las voces reprimidas está la de Sevinj Vagifgizi, directora de Abzas Media, condenada a nueve años junto a seis colegas por una acusación fabricada. Sus palabras, dichas en el tribunal, condensan la esencia del problema: “Nuestra detención tiene como objetivo apartarnos [del periodismo], porque hemos revelado los delitos de corrupción”.

En Afganistán, los talibanes añadieron una capa de humillación: videos de “confesiones” forzadas, grabadas bajo presión y difundidas para infundir miedo. Ahí aparecen los rostros de Shakib Nazari y Mahdi Ansary, obligados a admitir delitos que no cometieron.

El secuestro como arma

En un mapa global fracturado, el secuestro se convirtió en otra herramienta de control. En 2025, 20 periodistas siguen secuestrados, la mayoría en Yemen, donde los rebeldes hutíes capturaron a siete reporteros solo en mayo. RSF define al grupo como “el principal secuestrador de periodistas del mundo”.

En Siria, la tragedia se estira en el tiempo: ocho periodistas continúan desaparecidos tras ser capturados por grupos yihadistas hace más de una década.

Desapariciones que no dejan de doler

La cifra de 135 periodistas desaparecidos es, quizás, la más difícil de comprender. No hay cuerpos, no hay respuestas, no hay cierre.
Siria acumula 37 casos y México 28. En Guinea, Habib Marouane Camara fue sacado de su vehículo por hombres con uniforme militar. Desde diciembre de 2024, su paradero es un vacío.

El peligro al cubrir protestas

Las manifestaciones, espacios donde se expresa la ciudadanía, también se volvieron escenarios hostiles para la prensa. En Serbia, RSF registró 98 agresiones físicas en un solo año.

En Ecuador, 55 periodistas fueron atacados en medio de protestas por el alza del combustible. En Indonesia, cerca de 30 periodistas resultaron agredidos o intimidados solo por estar presentes.

La represión se ha globalizado.

El exilio como último refugio

Ante tanta hostilidad, el exilio aparece como la única salida para muchos. En El Salvador, 53 periodistas abandonaron el país en 2025. En Pakistán, más de 20 periodistas afganos fueron expulsados y devueltos a un régimen que los persigue.

Incluso fuera de sus fronteras, los periodistas rusos siguen siendo vigilados: desde 2022, 70 han sido procesados “in absentia”.

Al final del informe, RSF vuelve a la pregunta central: ¿cómo proteger a quienes nos permiten entender el mundo? Bruttin insiste en que el deber es colectivo: “Nuestra responsabilidad es estar al lado de quienes garantizan nuestro derecho a una información fiable. Se lo debemos.”

2025 termina como un año marcado por la resistencia. Un año donde informar fue, más que nunca, un acto de valentía. Y donde la pregunta que resuena es si el mundo, alguna vez, estará dispuesto a proteger a quienes lo narran.

La autora es Periodista

 

La responsabilidad de las opiniones expresadas y la publicación de los artículos, estudios y otras colaboraciones firmadas, corresponde exclusivamente a sus autores, y no la posición del medio.

Buscador

Ingresa y escucha nuestros PODCAST



Click y Descarga Logo Oficial