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El salario mínimo en Panamá es un acuerdo necesario, pero insuficiente

Por: Darío Sanjur | Publicado el: 12 December 2025



El nuevo acuerdo de la Comisión Nacional de Salario Mínimo, que empezará a regir el 16 de enero de 2026, representa un alivio para más de 400 mil trabajadores panameños. La ministra de Trabajo, Jackeline Muñoz, lo dejó claro con una frase que ha dado vuelta en los medios: “No hay ningún trabajador que no reciba, al menos, $9.50 de ajuste a partir de enero”.

Es un anuncio que genera esperanza, pero también nos obliga a preguntarnos si este ajuste realmente le hace frente al alto costo de la vida que vivimos hoy día.

El acuerdo tripartito entre gobierno, empresarios y sindicatos demuestra la intención de mantener la paz social y garantizar algo de justicia laboral. Aun así, muchos panameños sienten que el aumento se queda corto frente a una realidad donde cada vez cuesta más llegar a fin de mes.

Los nuevos ajustes quedaron así:

  • Trabajadoras domésticas en región 1: +$10
  • Agentes de seguridad: +$12
  • Recolectores de desechos: +$15 en el interior, +$10 en la capital
  • Restaurantes, hoteles y transporte de carga: +$9.50
  • Pesca industrial: +$16

Si bien estos montos no compensan completamente los aumentos en la canasta básica, los alquileres y el transporte. Un ajuste de $9.50 se va rápido entre dos o tres compras del súper o un par de viajes en bus o metro.

La mesa de negociación no fue fácil. Conato planteó aumentos porcentuales moderados, mientras que Conusi propuso un salario mínimo, una cifra que el sector empresarial calificó como inviable.
Al final, el acuerdo quedó en un punto medio que refleja tanto la presión de los trabajadores como las preocupaciones del sector privado.

Pero este resultado también deja en evidencia que, como país, seguimos postergando una discusión seria sobre la desigualdad salarial y sobre cómo garantizar que el trabajo realmente permita vivir con dignidad.

Para muchos panameños, es increíble que solo eso sea el aumento después de tantos meses de negociaciones. Mucha gente siente que este ajuste es casi una burla frente a lo que cuesta realmente vivir en Panamá: la comida sube, los alquileres suben, el transporte sube… pero los salarios siguen avanzando a paso de tortuga. No es sorpresa que para un amplio sector de trabajadores este incremento no se sienta como un alivio, sino como otro recordatorio de que la economía del país no está respondiendo a las necesidades de la gente que más lo necesita.

Ajustar el salario mínimo cada dos años no basta. Se necesita una política integral que considere: El costo real de la vida y la inflación. La productividad de las empresas, que debe ir de la mano con mejores condiciones laborales.  La formalización del empleo, para que más panameños queden protegidos por la ley.

Si no se ataca el problema desde la raíz, cada ajuste seguirá siendo un alivio temporal, sin mejorar de fondo la calidad de vida de quienes dependen de este ingreso.

El acuerdo logrado queda corto frente a la realidad panameña. El gran reto es construir un modelo económico donde el salario mínimo sea realmente un salario digno, que alcance para cubrir lo básico sin tener que hacer milagros todos los meses.

El autor es Periodista

 

La responsabilidad de las opiniones expresadas y la publicación de los artículos, estudios y otras colaboraciones firmadas, corresponde exclusivamente a sus autores, y no la posición del medio.

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