Aprendiendo a Convivir con una Madre en el Umbral de sus Años
“Madrecita dulce y tierna, que con tanto amor me cuidas y por el camino bueno sabiamente tú me guías. Solo puedo yo pagarte tantos mimos y cuidados siendo siempre un niño bueno, trabajador y honrado.
HERSILIA RAMOS DE ARGOTE
AB INITIO
Soplaba la brisa de los vientos alisios, en la costa atlántica de una ciudad portuaria, un segundo jueves del mes de diciembre de 1932, día, que en el calendario litúrgico se celebra la Inmaculada Concepción, a dos (2) años de haberse instituido el ocho (8) de diciembre como día de la madre; en la ciudad húmeda, que para aquél entonces, reinaba el desconcierto ya sea por la situación económica producto entre otras cosas, la gran depresión de finales de la década del veinte (20) y de la lucha interna por el alza de los alquileres, que desemboca en la “Huelga de No Pago” que, para mitigar la efervescencia social, se decretó una rebaja del cincuenta (50%), a un año del golpe de “Acción Comunal”, en contra del ingeniero “Florencio Harmodio Arosemena”. A mediados del año treinta y dos (32), toma posesión como presidente, “Harmodio Arias Madrid”, con un entorno de fuerte restricciones fiscales.
Ese segundo jueves del mes de diciembre de 1932, es decir, ese ocho (8) de diciembre, marca la génesis de lo que años más tarde se convertiría en el vientre bendecido para gestar los senderos de tres (3) académicos comprometidos; Guillermo, Eric y Luis Eduardo, el trio Santamaría Vallejos.
Han transcurrido en el devenir de la vida terrenal con sus avatares de dificultades y logros existencial con la proximidad de este ocho (8) de diciembre 2025, noventa y tres (93) años de vida física y espiritual de nuestra querida madre, quien no sólo orientó, educó y a cobijado emocionalmente a sus tres (3) beatitos, como diría Mario Vargas Llosas (1987), sino que, además, nos alerta con la consabida mensura en su atención y su cuidado dando a lugar, un estilo comunicativo en la convivencia con una madre de edad avanzada en tiempos caracterizados por una “modernidad líquida” según lo ha dicho Zygmunt Bauman (2000), “A medida que las estructuras sociales se vuelven más fluidas, la identidad y la percepción personal también se ven influenciadas por esta dinámica de cambio constante”. Vgr; la coexistencia de que todo lo viejo es reemplazable. Si un dispositivo tecnológico esta averiado, sale más cómodo reemplazarlo que arreglarlos. Tal condición ha sido trasladada a la dinámica humana, es decir; lo viejo debe ser confinado al ostracismo de la sociedad. Sólo basta visitar los asilos o residencias de ancianos y se constatará, del repositorio humano en el olvido.
Lo que a continuación se esbozará, intenta ofrecer mecanismos mensurados en “Cómo convivir con una madre en el umbral de sus años”, siendo esto, el resultado de una construcción de zonas próximas cognitivas en esa interacción entre hijos sexagenarios y madre de edad avanzada, como respuesta para un contexto social desglasados que desatienten la vejez placentera de sus progenitores.
I.- Conviviendo con una madre de avanzada edad.
1.1.- NEUROCIENCIA DEL COMPORTAMIENTO EN LA SENILIDAD: MECANISMOS NEUROBIOLÓGICOS PARA UNA VEJEZ PLACENTERA
Primer Acto:
(QUÉ)
A.- La Reconceptualización Neurocientífica del Envejecimiento
La epistemología en la narrativa científica y social predominante sobre la senilidad, ha transitado evolutivamente por un paradigma de declive inevitable, caracterizado por la pérdida progresiva de volumen cortical, la disminución de la velocidad de procesamiento y la erosión de las facultades cognitivas. La senilidad se refiere a los cambios cognitivos y físicos asociados con el envejecimiento avanzado, mientras que las facultades cognitivas son las habilidades mentales como la memoria, la atención y el razonamiento.
Empero, la neurociencia del comportamiento contemporánea ha comenzado a desmantelar este "modelo de déficit" exclusivo para proponer una visión más matizada y dinámica: el envejecimiento no es meramente un proceso de degeneración pasiva, sino una etapa de reorganización neural activa donde coexisten la atrofia estructural con mecanismos sofisticados de plasticidad compensatoria y regulación emocional optimizada. Vgr. MJ Simón Ferre · 2022 — Simón Ferre, María José; Gámiz Ruiz, Fernando; Zafra Palma, María Ángeles. Editorial. McGraw Hill/ Aula Magna. 2022 y otros.
La “vejez placentera”, trasciende la mera ausencia de patología neurodegenerativa; definida por la presencia de bienestar subjetivo, resiliencia emocional, integridad de la identidad y funcionalidad social mantenida. (Revista Elsevier-España 2023). Estas consideraciones, están mensuradas en función de la revisión crítica de estudios seminales, a manera de ejemplo, véase como “el ensayo FINGER” y “la investigación sobre la conectividad de la Red Neuronal por Defecto (DMN)”, quienes advierten en sus conclusiones, “las vías mediante las cuales el comportamiento modula la biología cerebral, ofreciendo una hoja de ruta basada en evidencia para la optimización del envejecimiento humano”.
B.- La Paradoja del Bienestar en el Envejecimiento
En la “gerontología” actual, uno de los más recientes hallazgos, es la denominada "paradoja del bienestar en el envejecimiento". (Véase a National Institute of Health (2022)) “se refiere al hecho de que, a pesar de enfrentarse a pérdidas físicas y sociales, las personas mayores a menudo experimentan niveles de bienestar subjetivo más altos que las personas más jóvenes. Esto se explica por factores como una mejor regulación emocional, una mayor capacidad de adaptación a los cambios, un cambio de prioridades centrado en las relaciones positivas y el desapego de objetivos superficiales”. Estos recientes aportes teóricos dados por estudios igualmente actualizados comunican que “a pesar de enfrentarse a un aumento objetivo en las pérdidas físicas, el deterioro de la salud y la reducción de las redes sociales, los adultos mayores frecuentemente reportan niveles de bienestar emocional, satisfacción vital y estabilidad afectiva superiores a los observados en adultos jóvenes y de mediana edad”. El cerebro envejecido no simplemente sucumbe al deterioro, sino que implementa cambios funcionales adaptativos que priorizan la homeostasis emocional.
C.- La Patología a la Neuroplasticidad
Históricamente, las bibliografías especializadas consultada, y los artículos científicos; véase a Ramón y Cajal, S. (1913). Estudios sobre la degeneración y regeneración del sistema nervioso (Tomo 1). Imprenta de hijos de Nicolás Moyá. (Referencia histórica clásica sobre la regeneración neuronal)., y Artículos Científicos y Capítulos de Libros Morandín-Ahuerma, F. (2022). Concluyen en que, la neurobiología del envejecimiento se centraba en la acumulación de patología: placas de beta-amiloide, ovillos neurofibrilares de tau, y leucoaraiosis (cambios en la sustancia blanca). Por su parte, La neuroplasticidad, la capacidad del sistema nervioso para cambiar su estructura y función en respuesta a la experiencia, se mantiene hasta el final de la vida.
Los artículos científicos consultados y analizados, nos permitieron explorar la relación entre la neuroplasticidad y la patología, mostrando que esta capacidad del cerebro de adaptarse puede ser tanto beneficiosa (rehabilitación post-lesión) como perjudicial (enfermedades neurodegenerativas). Todo ello, permite la justipreciación de la neuroplasticidad como eje fundamental para la recuperación y la función cerebral, sin descuidar que los procesos patológicos pueden alterar estos mecanismos, por lo que comprenderlos es clave para el desarrollo de terapias efectivas.
Estos estudios, sugieren intervenciones como “el entrenamiento cognitivo”, “la meditación mindfulness” y “la actividad física” no sólo tienen efectos a nivel conductual, sino que inducen cambios mensurables en “la morfología cerebral (véase a Atanasio Drigas y Angeliki Sideraki (2024), National Institute of Health y Gezerami P. (2025), “Science Direct.
1.2.- METODOS Y ESTRATEGIAS EN EL DESARROLLO DE MECANISMOS NEUROBIOLÓGICOS PARA UNA VEJEZ PLACENTERA.
(CÓMO)
Con la aproximación epistemológica expuestas sucintamente en el primer acto sobre neurociencia del comportamiento en la senilidad; mecanismos neurobiológicos para una vejez placentera, y para aquél perceptor que con la presente lectura despierte curiosidad intelectual, los autores responsables de la presente narrativa, dejan plasmado unas referencias bibliográficas que ramificaran otras en esa construcción cognitiva sobre el tema en particular.
Es igualmente, prudente, advertir, que en el desarrollo de mecanismos neurobiológicos para una vejez placentera, hemos recurrido a una diversidad de procedimientos para poder entender no sólo teóricamente algunas manifestaciones o conducta de nuestra querida madre, como hijos que responsablemente, ahora les toca atender y convivir, sino que además, construir respuestas emocionales mensuradas que por lo menos traten de comprender algunas manifestaciones neurobiológicas de nuestra madre a sus noventa y tres (93) años y en una edad avanzada para que obtenga una vejez placentera.
En consecuencias, para aquellos que el tema genera curiosidad y madurez cognitiva, para saber cómo convivir con una madre para su vejez placentera, a continuación, presentaremos un menú de la diversidad de métodos, enfoques, mecanismos que coadyuvan en poder comprender esos procesos neurobiológicos para una vejez placentera. Veamos seguidamente:
1.- Enfoque de Neuro y Psicogeriatría para la Estrategia Familiar
Para fomentar una Comunicación Intergeneracional Clara y Empática.
Este es el pilar para evitar malentendidos, resentimientos y el "síndrome de la madre o abuela invisible" o la "infantilización" de la madre.
1.1. Evitar la Infantilización (Psicogeriatría): Dirigirse a la madre con respeto, evitando hablarle como a una niña. Asumir que, aunque pueda tener deterioros cognitivos leves o necesite ayuda física, sigue siendo la matriarca y una adulta con una historia de vida.
1.2. Escucha Activa y No Crítica: Los hijos deben practicar la escucha activa (mirar a los ojos, no interrumpir, validar sus sentimientos). Es crucial no descalificar las opiniones o recuerdos de la madre, incluso si son inexactos.
1.3. Mensajes Cortos y Claros (Neurogeriatría): Si la madre muestra dificultad para procesar información compleja, las conversaciones sobre decisiones importantes deben ser breves, directas y en un ambiente tranquilo. Repetir la información de manera paciente si es necesario.
1.4. “Auditoría de la Relación" (Psicogeriatría): De vez en cuando, los hijos podrían sostener una conversación honesta para ver cómo se siente cada uno en la relación y cómo mejorar la interacción, sin imponer culpas.
2.- Establecer Acuerdos de Responsabilidad y Cuidado (Límites)
Nuestra realidad como hermanos es que somos sexagenarios y dada nuestra edad, hemos tenido que acordar el cuidado que no debe recaer en una sola persona (a menudo el soltero o el hijo más cercano o con mayor estructura física), ya que esto conduce al agotamiento del cuidador (burnout).
De lo anteriormente enunciado, en la convivencia y responsabilidades como hijos con nuestra madre, a continuación, se describen las responsabilidades que se tienen.
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Hijo |
Responsabilidad Sugerida (Rotativa) |
Frecuencia |
Propósito (Neuro/Psicogeriatría) |
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Hijo 1 Guillermo |
Gestión Médica y Administrativa: Agenda de citas, farmacia, contacto con el médico de cabecera. |
Semanal / Según necesidad |
Soporte Instrumental: Libera a la madre de la carga burocrática. Otras |
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Hijo 2 Eric |
Soporte Logístico y Mantenimiento: Atención emocional. Actividades emocionales. Paseos o estancias. Convivencia familiar en fechas y días festivos, reparaciones, tareas pesadas en casa. Apoyo a compra en supermercados |
Quincenal / Según necesidad |
Soporte Físico: Garantiza la seguridad estructural del hogar. Promueve la interacción cognitiva, emocional y familiar. Otras |
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Hijo 3 Luis Eduardo |
Soporte Emocional y Social: Visitas para ocio, paseos, ayuda tecnológica, compañía en casa. |
Mínimo 2-3 veces por semana |
Soporte Afectivo: Combate la soledad y promueve la interacción cognitiva. NOTA: Evitar que esta sea la única tarea pesada. |
3.- Priorizar la Salud Cognitiva y Emocional de la Madre (93 años)
El objetivo es maximizar la calidad de vida y el bienestar.
3.1. Promoción de la Utilidad: Asignar a la madre tareas sencillas y significativas (ej. elegir el menú, preparar una comida que desee, doblar servilletas, contar una historia familiar, dar un consejo). Esto combate el sentimiento de inutilidad.
3.2. Estimulación Cognitiva: Fomentar actividades que impliquen interacción y memoria: álbumes de fotos, música de su juventud, juegos de mesa sencillos, o contarles a sus hijos anécdotas (transmisión de legado).
3.3. Apoyo Emocional: Manejo de las Pérdidas: A esa edad, la persona enfrenta la pérdida de coetáneos y el deterioro físico. Los hijos deben ser un espacio seguro para que ella exprese sus miedos o tristezas sin minimizarlos. El afecto físico (abrazos, contacto) es fundamental.
3.4. Evitar la "Doble Carga": Los hijos deben ser conscientes de que su madre también es un adulto mayor con sus propios retos. Deben evitar desahogar sus propios problemas de la vida con ella, ya que esto le añade una carga emocional innecesaria. Este plan permite que la madre mantenga su independencia con seguridad, mientras que los hijos cumplen con su responsabilidad de apoyo sin caer en el resentimiento o el agotamiento.
Todo lo anteriormente construido y preconfigurado como unos principios de procedimientos en la convivencia con una madre de avanzada edad, lo ha sido las consabidas lecturas, análisis y reelaboraciones cognitivas, que, como consecuencias interactivas a lo largos de varios años, se ha venido germinando entre hermanos y la vida con propósitos con una madre única e irrepetible que, de nosotros resucitar, esperamos estar bendecidos con la misma progenitora, es decir, nuestra madre.
Advertimos, que, así como se justifican un cúmulo de teorías, enfoques, tendencias y mecanismos a la hora de ser padre-madre, igualmente, las más recientes investigaciones o estudios desde lo neurobiológicos, la psicogeriatría, la neuro geriatría y otros, nos proveen principios de procedimientos en la convivencias con nuestros padres y madres en el umbral de su edad, desde la perspectiva de hijos que asumen la actitud y la aptitud para pensar y diferenciar “entre tener que hacer el rol de hijo” o “querer hacer el rol de hijo” con un compromiso concientemente desde una postura neurocientífica.
1.3.- Tercer acto
El Cierre
Concepción (nuestra madre) la “Super Ager”, se entiende como “una persona mayor de 80 años cuya memoria y funciones cognitivas se mantienen comparables a las de un adulto joven, gracias a una combinación de resiliencia biológica, neuroplasticidad preservada y hábitos de vida emocionalmente tratadas.
Concepción, conocida familiarmente como Conchita, mediante sus remembranzas, nos lleva a incursionar en túnel del tiempo, cuando recurre a esa memoria histórica de vivencias desde niña y adolescente en nuestra amada provincia de Colón. Con sus testimonios de vida y todos muy ávidos en prestar atención a sus narrativas, emergen vivencias y añoranzas desde esa infancia y su devenir como estudiante y las remembranzas que logró con algunos educadores y compañeras de clases en ese recorrido por el colegio Abel Bravo, y a veces se pregunta ¿qué sería de la vida de esos profesores y compañeras?, desconociendo que el tiempo transcurre inexorablemente, al igual que Fray Luis De León, que luego de haber salido de las aulas escolares por un largo tiempo, a su regreso a la misma, exclama “entonces como decíamos ayer” como si el tiempo no ha transcurrido. Y le replicamos al unísono “Ni que fueran la tía Mayín”.
Una cosa es que le cuente, y otra es que la vean, cuando escucha melodía de los boleros de antaño, sus neurotransmisores (biomoléculas que se encargan de transmitir la información de una neurona a otra por medio de la sinapsis), se activan. El “glutamato” como proceso de memoria y aprendizaje, igualmente se activan con sus neuronas en las recurrencias de su memoria de largo plazo, con las consecuentes vivencias y testimonio de momentos vividos y gratos recuerdos. Sus narrativas al ser escuchadas nos hacen que viajemos en el tiempo y como consecuencias de sus recuerdos, en nuestra imaginería mental, se construyan bocetos de una película en la cual ella es la artística principal. Y que decir cuando al unísono o a capella, canta afinadamente la canción sin obviar las letras.
De igual manera, cuando ve por enésima vez películas del cine mexicano, u otras películas en donde actúan actores de la talla de Marlon Brando, Meryl Streep, Katherine Hepburn e Ingrid Bergman James Cagney (1899-1986) Emil Jannings (1884-1950) Charles Chaplin (1889-1977). Entre muchos más, quienes la transportan a su mundo vivido, se le torna el rostro destendido como señal indeleble de una catarsis cronológica. De esos momentos vividos; ayer, como hoy día, para ti madre, muchas gracias.
Madre… siempre fuiste luz en mis días inciertos, puerto seguro cuando el mundo temblaba, y abrazo que nunca pidió nada a cambio.
Hoy te nombro con gratitud profunda, porque en tu amor encontré fuerza, refugio y destino. Gracias por ser guía, raíz y horizonte.
(Amado Nervo)


