En medio del desierto, Egipto está creando un río artificial, gracias a la biotecnología podrá convertir casi 3 millones de hectáreas de desierto en tierra cultivable.

El proyecto tiene como objetivo mejorar la producción agrícola, recuperar tierras y aumentar la superficie cultivada con el fin de proporcionar el agua necesaria para así sembrar casi 9,200 km2 de tierra en el desierto occidental.

Para transportar, drenar y tratar el agua en la planta de saneamiento de Al -Hamam, el proyecto incluye cerca de 22 kilómetros de tuberías subterráneas. La construcción subterránea para el río de 92 km de largo está terminada en un 35 % y también está terminada el 65 % de la construcción a cielo abierto.

A un costo de 5.250 millones de dólares la denominada “Nueva Delta” estará garantizando acceso a recursos hídricos sostenibles para la población.