El curioso hongo Hydnellum peckii
Tras investigar un poco sobre la hermosa rareza estética de los hongos, me topé con el hongo Hydnellum peckii.
Este hongo es del filo Basidiomycota y habita en ecosistemas montañosos y húmedos de manera solitaria, dispersa o en agrupaciones.
Está distribuido en América del norte, Europa, aunque recientemente fue descubierto en Irán (2008) y Corea (2010).
Comúnmente se le conoce como hongo diente sangrante o diente del Diablo; aunque si se ve a simple vista, parece que fuera una combinación de fresas con crema…
Entre sus características morfológicas más visibles:
- Puede llegar a medir hasta 10,5 cm
- El cuerpo fructífero o esporocarpo es una estructura reproductiva que, al cumplirse las condiciones ambientales adecuadas de temperatura, humedad y disponibilidad de nutrientes; se encarga de generar esporas para reproducirse.
Al estar en crecimiento, ese cuerpo fructífero exude un líquido espeso rojizo bastante parecido a la sangre, o jalea si se ve de otra perspectiva.
Esa “sangre” o “jalea” contiene un anticoagulante natural, la atromentina. Ahora, la atromentina además de poseer propiedades anticoagulantes, está dotada de actividad antibacteriana contra especies como la Streptococcus pneumoniae, también conocida como neumococo; al inhibir enzimas esenciales para la biosíntesis de ácidos grasos.
Los “dientes” que cubren parte inferior del hongo, son estructuras especializadas que producen esporas.
Este es un hongo micorriza, quiere decir que tiene una nutrición basada en una relación mutualista con raíces de ciertos árboles con los que intercambia minerales y aminoácidos extraídos del suelo.
Esta es una asociación especial y beneficiosa para el huésped (árbol), ya que el hongo produce enzimas que mineralizan los compuestos orgánicos y facilitan la transferencia de nutrientes del árbol.
Tiene también una íntima relación con el medio ambiente y las consecuencias del cambio climático, ya que es sensible a contaminación y cambios climáticos.
Por ellos sus poblaciones naturales están en declive.; en países como Escocia y República Checa son una especie en peligro de extinción.
El Hydnellum peckii no es toxico, pero tampoco comestible; su sabor es un tanto desagradable, teniendo una combinación entre amargo y picante. No es recomendable consumirlo, aunque aparente jocosamente parecer un postre.
La autora es estudiante de segundo año de Biología en el CRUA y becaria de la SENACYT.


