De las calles a los árboles, cruce mortal para los osos perezosos
Los perezosos son animales con gran popularidad caracterizados por su lentitud y que habitan en los bosques tropicales. En Panamá, encontramos 3 especies de perezosos: el perezoso de Hoffman o dos garras (Choloepus hoffmanni), perezoso de tres garras (Bradypus variegatus) y el perezoso pigmeo (Bradypus pygmaeus).
Los perezosos son folívoros, su dieta consiste principalmente en yemas, brotes tiernos y hojas. Los nutrientes y el contenido energético de las hojas son muy bajos y tienen uno de los metabolismos más lentos de todo el mundo animal. Por otro lado, el ambiente cálido y húmedo en los que viven los perezosos les permite mantenerse tibios sin ninguna dificultad, ahorrando energía. Están completamente adaptados a la vida arbórea, se desplazan muy lentamente entre las ramas de los árboles con sus grandes garras y cuando están en el suelo, se les dificulta movilizarse.
Si bien las carreteras son una vía necesaria para la movilización tienen un impacto en la vida silvestre. Un estudio realizado por Dumas Gálvez, investigador de postgrado del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales resalta que: “las carreteras destacan como una de las principales causas de fragmentación de hábitat natural y muerte de animales de todo el mundo. En Panamá, solo en una carretera paralela al Parque Nacional Camino de Cruces, se registraron, al menos 79 atropellos de fauna durante tres años.”
Para el biólogo y profesor Jafits López, es importante saber que los perezosos descienden de sus árboles por una razón, defecar y la mayor parte de su vida está por las copas de los árboles. Sin embargo, cuando en medio de su hábitat se construyen carreteras se les imposibilita cambiar de árbol desde las copas y deben descender a la superficie, exponiéndose a cruzar la carretera y ser atropellados.
Este fenómeno es muy común no solo en los osos perezosos, sino también en animales como los ñeques, zarigüeyas, mapaches, monos tití, ardillas, osos hormigueros, armadillos e iguanas. “Por conciencia ambiental, nosotros debemos conservar la vida. Si estamos en la carretera y vemos a un animal pasar, detenernos, poner las luces intermitentes y ayudar en la medida de lo posible al animal a cruzar es lo ideal”, resalta el profesor Jafits.
Como ciudadanos responsables es valioso conocer las autoridades competentes de ayuda animal como lo son: la policía ecológica, Mi Ambiente y las distintas oenegés enfocadas en la conservación de la biodiversidad.
Fotografía de Cortesía


